Érase una vez la ciudad de los caballeros - by Luis Galán

Betanzos, Obra

Descripción

Pasear con los ojos

Tengo muchos días de paseos por las calles dibujadas entre las iglesias de Santa María y San Francisco. Paseos matinales, nocturnos, húmedos, cálidos… Cada día tengo la sensación de visitar rincones nuevos. Creo que nunca seré capaz de ver todo lo que esconde el barrio de Santa María. Está claro que Fernán Perez de Andrade y René Alphonse van den Berghe no eran tontos.

En el Betanzos viejo verás ramas de laurel sobre puertas arrugadas por la lluvia y el paso de la vida. El laurel es un símbolo entre betanceiros y coruñeses de buen beber. Hay vino de Betanzos. Y la rama se oxida y dura lo que dura el vino en bodega. Y ya es temporada. A la bodega se acude en pandilla con tortilla y empanada. Allí, en mesa corrida, se mezclan cantores afinados de taberna y jarras de vino cosechero.

Betanzos está lleno de arcos. Arcos de soportales, arcos de marineros que no son arcos sino olas en movimiento, y los arcos de las puertas de entrada a la Ciudad. Pues bien, con papel y lápiz en la mano, había salido por el Arco do Cristo da Riveira para entrar por el Arco da Ponte Vella, subir os Prateiros, coger aire, subir la Rúa do Castro, bajar Roldán y poner el freno en Rúa dos Ferreiros, suspirar, salir por Arco da Ponte Nova, derecha, Rúa da Riveira y entrar por Arco do Cristo para salir por el Arco da Ponte Vella, girar a la izquierda, y por fín, entrar por Arco da Ponte Nova. Y ahora, quien es el valiente que sube Os Ferreiros.

Edición giclée de ilustraciones vectoriales (series numeradas y firmadas de 20 piezas).

Dimensiones:
48 x 60 cm
60 x 80 cm
80 x 100 cm
100 x 125 cm